sábado, 18 de octubre de 2008

No me crees.

[...]En mi soledad yo te escribo, y te entrego, en cada beso, el corazón.

[...]No me crees cuando te digo que en el olvido estoy contigo aunque no estés...
Y cada día, cada hora, cada instante pienso en ti y no lo ves. No me crees...

No sé soñar si no es contigo... Yo sólo quiero volverte a ver y decirte al oído todo lo que te he escrito en este papel. Entiéndeme.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

[...]En mi soledad yo te escribo, y te entrego, en cada beso, el corazón.

Precioso, denota soledad y amor. ¿A quien escribes? ¿A quien besas? Misterios insondanles que solo te pertenecen. Tu intimidad y tus secretos, un tesoro incalculable y que solo vislumbro a lo lejos.


[...]No me crees cuando te digo que en el olvido estoy contigo aunque no estés...
Y cada día, cada hora, cada instante pienso en ti y no lo ves. No me crees...

No sé soñar si no es contigo... Yo sólo quiero volverte a ver y decirte al oído todo lo que te he escrito en este papel. Entiéndeme.


Yo también quiero soñar contigo y que me susurres al oido. ¿Será alguna vez posible?

Es la letra de una canción sino estoy equiovado ¿no?

Preciosa

Anónimo dijo...

Era un día lluvioso frío, de los que son recordados en varias generaciones.

Era nuestro primer encuentro después de desearte y amarte a través de la distancia, del olvido, de las estrellas.

Me perdí en tus ojos, en tus suspiros, en tus pálpitos, en ti.

Desee a la diosa fortuna, quien me había guiado hasta ese momento, que detuviera el tiempo.

Sabía que nuestro amor era imposible. Tu corazón pertenecía a otro, otro que no veía la perfección innata en cada gesto, palabrá, silencio.

El tiempo se acababa, mi corazón se destrozaba. No podía más. Mi vida agonizaba.

Dura vida, dura muerte, dulce despedida, amarga esperanza.

Deseos, ilusiones. Esperanza extramundana. Anhelos.

Nunca serás mía, siempre me tendrás.

Diosa, ninfa, palabras que no abarcan la realidad. Eres más. Eres mejor. Eres todo.

Espero a la nada, para ser uno contigo. Para siempre.

Anónimo dijo...

Melancolía de una vida plena. De una vida como la imaginas en la niñez.

Que dura es la realidad. Tozuda e hiriente.

Amamos, nos aman, todo es efímero. Nada como lo soñamos.

Pequeñas moléculas del universo con pensamiento propio que intentan luchar.

Todas tendrán elmismo final e inicio, pero no el mismo recorrido. Pero todas sufrirán. Ya solo falta determinar el grado.

¿Merece la pena?

Un beso guapísima.

Anónimo dijo...

Un segundo de felicidad. éxtasis. Amor. Justicia.

Nos sentimos uno con el universo. Completos. La naranja encaja.

Cerramos los ojos para que el tiempo no pase. Capturamos en nuestra memoria los olores, sonidos, sensaciones interiores.

Paz.

Pedimos en silencio que sea perpetuo, que nada ni nadie destruya el momento.

Nacemos para esto. Vivimos para este instante efímero.

Te lo dedico guapa un beso.